Síguenos en nuestro blog

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Me aceptaría mi hijo como su madre o su padre si supiera que no está genéticamente vinculado a mí?

Hay que revelarle al niño sus orígenes genéticos.
El Grupo de Interés en Psicología de la SEF confirma su postura unánime del GIP, en relación a la importancia de ofrecer a las parejas información sobre las ventajas de revelarle al niño sus orígenes genéticos.

Hace 20 años la postura científica no estaba clara. Algunos autores recomendaban contarle al niño los orígenes genéticos y otros no. Actualmente, la amplia mayoría de las investigaciones sugieren mantener una postura de apertura hacia el niño, ya que evidencian que no decírselo y mantener el secreto puede causar un daño psicológico importante en el niño. Esto es, la no revelación suele tener consecuencias muy negativas en aquellas personas que descubren sus orígenes genéticos a edades no apropiadas (adolescencia o edad adulta). Es de resaltar que no existe evidencia de qué sucede con aquellas personas que nunca llegan a conocer sus verdaderos orígenes genéticos, porque obviamente no participan en estudios.

En este sentido, se propone que los profesionales de la salud deberían brindar información a la pareja sobre cuándo, cómo y quién debe decirle al niño, ya que el secreto siempre estará presente en la mente de quienes lo llevan y, por consiguiente, la pregunta: ¿Me aceptaría mi hijo como su madre/padre si supiera que no soy “completamente” su madre/padre? Existe evidencia en cuanto a que en una relación afectiva es más beneficioso si no se tienen secretos. Específicamente, en relación a los secretos entre padres e hijos, se ha estudiado que los niños descubren las “claves ocultas” que desarrollan sus padres a la hora de hablar entre ellos sobre lo que se le está ocultando, y esto genera un distanciamiento en la relación.

Lo cierto es, que cada vez son más las parejas que recurren a tratamientos de reproducción, y aún más con donación de gametos por diversas circunstancias, una de ellas es la edad a la que deciden tener un niño. En FivMadrid pensamos que una labor importante que tenemos como profesionales de la salud es concienciar a estas parejas de la importancia de la decisión sobre ser padres, más allá de las dificultades que puedan surgir en el camino.

El deseo, los proyectos, y la ilusión con la que estos pacientes acuden a una clínica de reproducción difícilmente desaparezcan al no haber una relación genética –total o parcial- con su hijo. Por tanto, es recomendable no minimizar el impacto de la donación de gametos, pero sí naturalizarlo como lo que es: un medio para alcanzar un fin.  Esto ayudará a que estas parejas puedan sentir más seguridad al momento de tomar la decisión  de revelar este  secreto a sus hijos, ya que habrán cursado por un proceso de reflexión y fundamentación. La Ley 14/2006 sobre técnicas de reproducción humana asistida establece que la donación: “… será anónima y deberá garantizarse la confidencialidad de los datos …” Y que, “… los hijos nacidos tienen derecho por sí o por sus representantes legales a obtener información general de los donantes que no incluya su identidad”. Por tanto, la Ley deja libertad y responsabilidad a los padres sobre si contarle al niño sus orígenes genéticos o no.

El Grupo de Interés en Psicología confirma su postura sobre la importancia de ofrecer a los pacientes la información de las ventajas que tiene contarle al niño sus orígenes, sin perjuicio, obviamente, de respetar las decisiones de cada padre y madre sobre si finalmente deciden contarlo o no.

Dra. Giuliana Baccino Responsable de la Unidad de Psicología y del Departamento de Investigación en Psicología de FivMadrid.  

No hay comentarios: