Las cinco reglas de oro de la manipulación de alimentos son:
1. El lavado de manos (muchas enfermedades se transmiten por vía fecal u oral) y de menaje.
2. Mantener la temperatura del frigorífico por debajo de los cinco grados en verano.
3. Cocer bien el interior de la masa, a 70 grados centígrados como mínimo.
4. Preservar los alimentos cocinados separados de los crudos para evitar que se contaminen, lo que significa no utilizar los mismos utensilios o recipientes (el filete asado o las judías verdes cocidas, por ejemplo, no deben ir al mismo plato donde permanecieron crudas).
5. Lavar concienzudamente la comida con agua potable.
Y para más seguridad podemos sumerigir la fruta en verdura durante unos minutos en agua a la habremos añadido dos gotas de lejía por litro.
Fuente: El País.
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